Sabes que un dia parte bien cuando tienes la oportunidad de desayunar con la persona que amas.
Asi partió ese sabado, despertamos y nos preparamos para partir. Hacia frio en santiago, pero no importaba, estabamos dentro del auto abrigados camino a la costa. Las autopistas siempre han sido nuestras aliadas y esta vez no fue la excepción El camino el mismo de años atras, ruta 78 a San Antonio. Llegamos a San Antonio y no lo recorrimos, solo hizo falta cruzarlo para darnos cuenta cuan unico era. La ventaja de visitar lugares mientras estas enamorada es que todo te parece increíblemente único, diferente. El puerto de San Antonio nos mostró una cara que nunca habíamos visto, ya que la calle que usualmente recorre la costa y te lleva hacia Cartagena estaba cerrada. Seguimos el desvío y conocimos un sector humilde en un cerro con una vista magnifica del puerto. mientras conversábamos llegamos a la conclusión de que cada ciudad de la costa tiene sus pro´s y sus contras, Cartagena por su parte, sin sus calles llenas de gente grosera y sucia era un lugar agradable y "pintoresco" [Como se rió cuando pronuncie esa palabra]. La conversación nunca nos faltó y aun cuando no pronunciamos palabras estar juntos fue más que suficiente para hacerme sentir comoda, segura. Cuando llegamos al Tabo, nos bajamos a la Playa y saltamos rocas tal y como a él le gusta [dice que le recuerda su niñez] Se rió de mi por ser "niña" y no querer seguir avanzando hacia una roca alta. No me importó, porque tiene razón... evidentemente soy niña y con la facilidad con la que se me quiebran los huesos me permito no arriesgarme si es ke no quiero. Retomamos nuestro camino y llegamos a nuestro supuesto destino de almuerzo, El Quisco. no pasaron ni 5 minutos mientras buscabamos donde estacionar, cuando súbitamente una llamada entró en mi teléfono. Eso cambio nuestro destino y nos llevo a almorzar con mi familia que estaba a un par de kilometros de distancia. Tenían porotos granados y pollo arvejado con arroz. Estaba la tía Carmen con sus hermanas, mis papás y mi hermana con su marido. Comimos, conversamos y al termino decidimos bajar a descansar a las reposeras. El decidió que quería bañarse, aún cuando yo con dos chaquetas y sentada al sol tenia frío Busco un traje de baño y se metió a la fría piscina [¡como le gusta bañarse a ese hombre!] subimos al depa, se duchó y nos sentamos en el sillón a conversar, leímos el diario y discutimos porque no me daba la clave de su celular. Decidimos ir a caminar, así que bajamos a la playa. Caminamos por el borde de los edificios, cuando estamos juntos los temas nunca faltan. el caminaba por la vereda y yo caminaba por una elevación que separa la playa de la vía. Tomados de la mano jugueteando caminamos y caminamos. una vez en la playa, la brisa, el sonido, la luz, todo era perfecto incluso el frío.
Sin duda alguna puedo decir que esa ha sido una de las tardes más maravillosas que he vivido. perfecta en su plenitud. El sentimiento de felicidad y paz que me viene cuando la recuerdo es indescriptible y por días como ese y situaciones así es que deseo vivir eternamente con él... Me hace feliz aún con todos sus defectos y más todavía con sus virtudes.
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