El problema esta en la espera de la retribución. Hacer algo pensando que se nos dará una recompensa o un agradecimiento por aquello, no es un buen motivo para hacer las cosas. El amor verdadero jamás espera más que la felicidad del otro. Si realmente amas harás todo lo posible sin siquiera esperar un gracias de vuelta. Así el mundo será un mejor lugar. Porque nadie se amargara al ofrecer ayuda al mal agradecido, porque nadie será mal agradecido.